Viajero vs. Turista
Esto es una mera comparación y si bien tengo mis preferencias no es para condicionar a ninguno.
Según la Real Academia de la Lengua Española
“Turista es aquel que viaja por placer mientras que viajero simplemente se aplica a la persona que viaja”
Visión y Descubrimiento
Un turista y un viajero tienen una manera diferente de conectar e interactuar con los espacios y la gente.
El viajero está dispuesto a realizar viajes extensos. Por eso, siente la necesidad de entablar conversaciones con los lugareños. Por lo tanto suele informarse sobre sus costumbres y cultura a través de los propios habitantes de la zona.
Este hace un intento para integrarse en la vida de la región. Embarca en la búsqueda de lo exótico, y establece un recorrido que le brinde aventuras. No suele planearlo u optimizarlo.
Busca un viaje lleno de sorpresas y emociones. Suele haber caos que se transforma en vivencias y experiencias personales donde adquiere nuevos conocimientos.
Como se puede notar, más que un viaje en lo físico, también se busca un viaje en lo espiritual.
En cambio un turista planeará todo de antemano. Intentará conocer el mayor número de museos, monumentos y demás atractivos turísticos.
El turista se sorprende por el choque de culturas con el que se encuentra. Aunque haya una tendencia a juzgarlas, aprende de ellas. La diferencia recae en su nivel de inmersión en ellas.
Este entiende que la vida de estos lugareños es muy diferente a la suya, lo toma y acepta. Por eso no busca un cambio en su interior. No se lleva nada consigo de esa experiencia más que el conocimiento de esas diferencias.
Podemos entonces definir que:
Viajero: Quieren conocer gente nueva. Desean compartir momentos. Prefieren perderse en la ciudad.
Turista: Quiere conocer lugares turísticos. Quiere ir a restaurantes importantes del lugar. No busca tanto el conocer gente nueva.
Alojamiento y Comodidades
El turista arma un viaje en torno a su trabajo y su vida. Un viajero en cambio organiza su vida y su trabajo en torno a sus viajes.
El turista como ya determinamos antes, se posiciona en esta realidad nueva desde el lado de observador. Mira estas diferencias como alguien que ve algo exótico en museo, desde detrás de una valla. Por eso al momento de determinar su espacio para dormir y comer, elige algo que le traiga confort.
Por eso mismo el turista suele combinar sus visitas a lo extraño y exótico con momentos de relax, de descanso. Se suele hospedar en hoteles, y buscan si también cuenta con piscina o spa. Algunas veces alquilan un auto para manejarse con tranquilidad y no tener que esperar el transporte público.
Algunas veces suele ir de compras y dedicar un día entero a ello. Un día entero souvenirs, restaurante con estrellas Michelin o lo que esté a su alcance económico.
Como pueden esperarse, el viajero tiene un orden bastante diferente de prioridades.
Este ve estas diferencias humanas con líneas mucho más borrosas. La religión, la ideología, la cultura o la comida será diferente, pero las personas son las mismas. Esas diferencias es lo que hace que este viaje valga la pena para el viajero.
No importa el lugar en el mundo donde viaje. De todas formas intentará habitar la misma sociedad y los mismos lugares que sus locales. Tomará estas diferencias y contrastes como algo normal e invertirá el tiempo en entenderlas.
A diferencia del turista, encontrará su momento relax fuera de su hotel. Por ejemplo, al probar la comida típica que le recomiendan los mismos lugareños. Buscará tomar el transporte público y entablar conversaciones, conocer el lugar con los ojos de los lugareños.
Podemos entonces definir que:
Turista: Busca una experiencia cómoda. Viaja con todas las comodidades.
Viajero: Busca una experiencia transformadora. Acomoda su vida a su viaje.
Tiempo y Transformación
El turista muchas veces carece de tiempo y solo cuenta con lo suficiente para admirar todos los puntos antes nombrados. Suelen hacer viajes con varios puntos de destino, se quedan unos días en cada uno únicamente. Se encuentra en el predicamento de solo apreciar pocas y dejar de lado el explorar y tener experiencias transformadoras. Por esta razón, el traslado constante le impide conocer gente nueva. Debe buscar la información para moverse de internet o de oficinas de turismo.
La causa de esto tiene que ver con la visión de este viaje como un acontecimiento más de sus vidas. Lo ven simplemente como algo que los saca un poco de su rutina.
Esta no es su forma de vivir, es tan solo una forma de conocer algo nuevo y contárselo a otros. Sus viajes tienen un comienzo y fin que han sido determinados antes de comenzar el viaje.
El viajero en cambio ve los viajes como parte de su vida. Sus viajes surgen de una necesidad de vivir estas experiencias y culturas. Si bien tienen un principio definido, muchas veces el final puede cambiar. Muchas veces, porque sienten que le faltan cosas por vivir en un lugar específico. Tener una fecha de vuelta determinada no te hace menos viajero que otra persona, igualmente. Las limitaciones por dinero o seguridad son una realidad de la que no debemos hacernos los tontos.
Sin embargo, el viajero tiene una forma única de ver y conocer el mundo.
Esta es a través de los zapatos de los lugareños de donde está. Es por eso que sabe que viajar es algo que se puede hacer en cualquier momento y a cualquier lugar. Viajar no tiene que ver cercanía o lejanías. Muchas veces vuelven al mismo lugar y viven experiencias totalmente diferentes que las anteriores.
Para el viajero siempre los museos y atractivos turísticos son parte primordial de su viaje, si lo son. En cambio el turista no se va de las rutas turísticas predefinidas.
Por eso podemos decir que:
Turista: Tienen un itinerario que debe ser completado. Desean conocer los puntos de interés del lugar que visitan. No importa el costo, pues prefieren realizar 1 gran viaje al año.
Viajero: Buscan experiencias transformadoras. Se queda varios días en cada destino de su viaje. Prefiere que no sean costosos y poder hacer varios viajes en un año.
Habiendo dicho todo lo anterior es necesario aclarar.
No hay una sola forma, la mejor de viajar. La mejor forma de viajar es la que más disfrutes.
Las dos formas de viajar son claramente válidas. Ambos estilos parten de la curiosidad y las ganas de aprender. No dejes que tu experiencia se vea teñida por lo que alguien te diga que tengas que hacer.
La verdadera diferencia está en el tiempo y la inmersión en las nuevas culturas. Como dije antes esto puede ser por decisión o porque simplemente no alcanza el tiempo.