Cómo usar la fotografía de publicidad en redes sociales
La fotografía publicitaria es uno de los tipos de fotografía menos “natural” o “real”. No significa que sea surreal o fantasioso, sino que esta se inspira en lo real y construye una nueva realidad.
La función de la fotografía publicitaria es captar la atención de un espectador bajo un interés mayoritariamente comercial. De una forma u otra esa foto tiene que generar ventas, tiene que generar una necesidad en el cliente.
Todo lo que se ve en este tipo de fotografías es una escenografía. Nada está puesto sin pensar, nada es al azar. Todo un propósito. Normalmente, estas fotos suelen estar retocadas y “photoshopeadas”. Muchas veces necesariamente y otras solo excesivamente.
Entender este tipo de fotografía te ayudará a elevar tus fotos. Lograrás mejorar tu catálogo, tus posteos y tu pauta online. Una vez entiendas los básicos, volcarlo en tus propias fotos te sea mucho más fácil.
Construcción de una realidad
Lo bueno de este tipo de fotografía es que uno tiene libertades. A la hora de elegir como va a generar estas necesidades, no hay una sola forma de hacerlo. Lo malo es que requiere mucha creatividad para poder crear algo distinto.
Puede llegar dificultoso llegar a captar la atención de nuestro posible cliente. Hay publicidades que hasta el día de hoy se nos quedan grabadas. En su momento (y aún ahora) nos hicieron reflexionar. La clave es llegar a ese punto en el contenido de marketing
Como resultado, para destacar es necesario perder ese compromiso con la realidad, y rendirse a la “realidad publicitaria”. En esta realidad, el lenguaje no tiene fronteras. Tu imagen debe ser comprendida por todos los seres de la misma forma, indiferentemente de su país, cultura, etc.
Conocer la idea y el producto
Cuando trabajas en este rubro no vas a ser la única persona involucrada en el proceso, te lo aseguro. Tu imagen no es el primer paso de este proceso. Seguramente el cliente te venga con una idea disparadora, o un slogan, y basándote en este generarás tu producción fotográfica.
La foto tiene que tener relación con los textos que se te presentan y que van a estar incluidos en la publicidad.
Los objetos, utilería y/o “props” están elegidos con mucho cuidado. Suelen complementar los beneficios y atributos del producto o servicio. Nada debe sobrar y todo debe tener un sentido.
La iluminación debe ser estratégica, para destacar nuestro producto, servicio o modelo.
El otro punto fundamental es el “qué”, es decir, cuál es el producto que vamos a vender. Debido a que esto es lo que va a determinar que es relevante en el proceso y en la sesión. Por ejemplo, no es el mismo la fotografía de alimentos que la fotografía de productos de belleza. Ambas llevan un proceso de preproducción y postproducción diferentes, ambos extensos, pero diferentes.
La fotografía de alimentos es un arte, muy complicado y que lleva tiempo dominar. Sin embargo, es fructífero. Te invito a leer mi artículo previo sobre el Food Styling.
Menos es más
Es entendible que al principio de tu proceso quieras generar fotos con mucha edición, colores y etc. Eso está muy bien, pero no sirve para todo. Si analizas los productos de lujo o prémium, verás que sus imágenes son sumamente minimalistas.
Está bien si el minimalismo no es para vos. Pero no es necesario irse a los extremos. Deberás entender que tus fotos publicitarias no tienen que ser similares a las fotos que hacés en tu tiempo libre. Este tipo de fotos tienen que mantener un estilo de marca, la marca con la que estás trabajando. Si tus fotos no captan la esencia de esa marca, el consumidor se sentirá confundido hacia quién le está vendiendo.
Identificación
Un error muy común que se comete es el quitar al consumidor de la ecuación. Es fundamental no te olvides a quién va dirigida esta publicidad. Esta foto tiene que resonar en los potenciales clientes e incentivarlos a comprar tu producto o servicio.
Tus modelos y escena no deben estar alejados de la realidad de tus potenciales clientes. Evita usar personas o lugares que no les inspiren nada. A tener en cuenta, que esto a lo que me refiero va más allá de la belleza. Lo bello es algo subjetivo, y la hegemonía ya no es lo mismo que se consideraba antes.