3 consejos para un fotógrafo principiante
Si sos principiante o acabás de comprarte una cámara y no entendés nada, este posteo es para vos. Si todavía no decidiste si esto es lo que querés hacer profesionalmente, te recomiendo este posteo sobre la fotografía como salida laboral.
Yo también fui principiante en algún momento y estaba muy perdida. Todos mis amigos fotógrafos habían hecho otros cursos, tenían trabajos estables y veían la fotografía como un hobby. Pero yo no, yo sabía que quería trabajar de esto. Me di mil tropezones y metí la pata muchas veces, pero aprendí y por eso quiero ayudarte en tus primeros pasos.
Empezá con lo que tengas y ahorrá
No importa la cámara que tengas, empezá con lo que tenés. No tiene que ser la última Sony Mirrorless con 80mp que muestra hasta las venas de la nariz. Lo importante es que practiques, entrenes el ojo y puedas crear un flujo de trabajo que te sirva a largo plazo.
Es importante que sepas que en muchos cursos piden una cámara réflex para practicar. En algunos, incluso te van a pedir una analógica. No te asustes, se pueden alquilar a precios super económicos o pedir prestada a alguien que seguro tiene una.
Si de verdad te interesa esto, la próxima vez que tengas un poco de dinero, en vez de irte a tomar una birra, guardá ese dinero. Y así sucesivamente, comprate tu cámara tan deseada. Cuando yo empecé, ahorré un año de sueldo para comprar mi primera cámara. Cuando abrí la caja por primera vez, me temblaban un poco las manos, fue muy emocionante. Ese sentimiento es muy satisfactorio y te va a impulsar a seguir adelante.
Experimentá antes de encasillarte
Lo más importante de la fotografía es conocerte a vos mismo. No podés saber qué es lo que te gusta y en qué sos bueno si no probás todos los estilos. Por ahí visualmente te gusta un estilo, pero en la práctica te entretiene otro, o sos mejor en otros aspectos de la fotografía. Tampoco te quedes con las primeras experiencias. Las primeras veces que edité fotos fue una pesadilla y al final al profesor no le gustó la edición, y tuve que hacerlo todo de nuevo. Desde ahí siempre pensé que era mala editando y que nunca iba a poder lograr esos cambios radicales tan hermosos. Con el tiempo y la práctica, descubrí que la postproducción es mi paso favorito.
No trabajes gratis
Este es el consejo más importante en la vida. Esto se aplica a todos los aspectos laborales que conllevan generar un sueldo como freelancer. Todo trabajo se cobra, en mayor o menor cantidad, con o sin descuento familiar, pero se cobra. Hacé valer tu trabajo, tu tiempo, tus conocimientos y tu profesión. No hagas canjes por exposición. Si el intercambio son materiales de valor tangible, entonces sí. Solo hace falta que lo hagas una vez para que se corra la voz y que te tomen para trabajar gratis siempre.
Otra cosa muy importante es que también lo aclares con familiares y amigos. Tú no trabajas gratis. Si el primo de Mengano te escribe por Whatsapp para pedirte unas fotos en su local, le decís amablemente que agradecés que haya pensado en vos y le envías tus honorarios. Si te dice que Mengano le dijo que lo podías hacer gratis, como un favor, le aclarás que Mengano no es tu empleador y que, efectivamente, cobrás por tu trabajo. Después, le explicás la situación a Mengano y le pedís amablemente que no vuelva a hacerte ese tipo de propuestas, que la luz no se paga con favores.